jueves, 19 de julio de 2007

Mi pacto con el mar.




Desde que tengo uso de la razon, existe un vinculo entre la playa, el mar y yo. No se si es el aroma, la energia, o simplemente por que me gusta, pero hay algo que hace que no pueda estar alejada por mucho tiempo.
Aquel que se haya criado en Mardel, recordara que importante eran los veranos para todos. Para mi padre, como para muchos, significaba trabajo, para mi, vacaciones y joda a full.
“La Playa” no era solo para obtener un bronceado de “rayito de sol”, era una institucion. De ahi salieron los mejores jugadores de volley, de truco, de canasta, de backgammon, de paleta, de carioca, de pelota cabeza , etc. Pensas en la playa y te acordas de esos amigos de temporada, calenturas con los “banieros”, sapolan con zanahoria, almejas, colaless, clerico, barrenadores,carnavales, barquillos, pirulines que te rompian los dientes, avioncitos de telgopol y el tipico lloren , chicos lloren…. Que volvia locos a nuestros viejos.
Fue en la playa donde conoci a mi primer amigo, “EL Mono”, hijo de unos amigos de mis viejos, que vivian en baires , venian a veranear a Mardel y alquilaban carpa con nosotros. El se habia ganado el nombre de mono, porque vivia colgado de las carpas… y no se si es mi imaginacion pero si miran la foto, tiene medio cara de monito.
Como me divertia vagar con el. Era medio indio, y como yo era medio varonera, haciamos un buen duo.
Fue en la playa donde consegui mi primer trabajo. Con el Mono colectabamos botellas y las llevabamos al restaurante del balneario, la duena, que era una gorda gritona, nos daba un lomito completo a cambio de no se cuantas botellas. Y si estaba de buen humor nos regalaba una mousse de chocolate “la batut”.
Hubo un anio que los hospitals estuvieron a full… Cuando construyeron “Aquarama”. Unos toboganes gigantes construidos de cemento, donde te deslizabas en una colchonetita a gran velocidad cuesta abajo. Si por esas putas, la colchonetita se te escapaba… no querras imaginarte como te quedaba el culito… el raspon mas chico te llegaba al hueso… y por supuesto te la tenias que bancar como una duquesa para que te permitieran seguir llendo…la estrategia era agarrarte a la colchonetita como una sanguijuela, y pase lo que pase, mozzarella. Debe haber habido algunos llorones, porque al anio siguiente lo cerraron.
Pasaron los anos, y los milicos decidieron construir el complejo Punta Mogotes. (una mescla de cagada con cemento).
Fue en la playa donde empezo mi passion por el volley , un deporte que en mi adolescencia permitio que me mantuviera alejada de los tipicos problemas de pendejos.Pero eso merita otra historia.
Fue en la playa del Carmen donde me dieron mi primer beso, atras de la cortinita de una carpa. Nunca me voy a olvidar ,despues del beso volvi corriendo a mi carpa, y mama, me ametrallo a preguntas. Mintiendo de arriba a abajo, sentia mi Corazon latir a mil y mis cachetes que iban a explotar. Dicen que las mentiras tienen patas cortas… yo digo que la que tuvo patas cortas fue mi vieja que leyo mi diario. Creo que de ahi en mas mama desconfio de todo lo que salia de mi boca y yo desconfie de dejar evidencia escrita.
Fue cuando tenia catorce anios, por esas cosas del destino, que decubri la energia que tiene el mar, tambien conoci la"verguenza". En una cena de la parroquia, me gane una rifa que concistia en 14 clases de surf con el legendario surfista Daniel Gil. Un loco lindo, que en aquel entonces vivia en el bosque, y se hacia llamar “el lobo”. Las clases fueron un fiasco, yo era la unica chica en el agua, y mientras “el lobo” con un megafono me gritaba desde las piedras de Waikiki -“levanta el pecho”… los chicos se mataban de risa de mi…
Nunca mas toque una tabla de surf… con las tetas que yo tengo, como mierda iba a “levantar el pecho”... Asi que papa me compro mi primer “Morey” en una de nuestras navidades-vacaciones en Brasil. El primer dia que lo use fue en Leblon, una playa en Rio, y como no sabia cortar la ola, la baje de frente y delante de la audiencia carioca surfiesta me clave en la arena mal. Nunca lo dije, pero me hice merda, y a la tabla una raya de punta a punta.
Me hice de abajo… como mujer... me costo que me respetaran…el mar en aquella epoca era de los hombres…asi que aunque gritaba que la ola era mia, era como si yo no existiera... algun desalmado me pasaba sin piedad, a proposito por arriba… Me costo muchas levantadas tempranos , muchas sudestadas, muchas cagadas a palos mi derecho de piso.
Pero todo valio la pena...nada como ese vinculo con la naturaleza.

Hubo una vez que me cague hasta las patas, era un dia horrible, gris, tormentoso, de esos que la arena te pica... vuela... y se te mete en cada agujero que tenes, uno de esos dias que no sabes para que carajo te levantaste de la cama.. la corriente estaba refuerte, y me empezo a llevar para el lado de las piedras...reme por una hora , estaba muerta, no daba mas...asi que desesperada hice un pacto con el mar…


.... ey.. eso es entre el mar y yo.

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