martes, 31 de julio de 2007

Unas buenas zapatillas





No se si estaremos de acuerdo, pero yo pienso que la Felicidad es un estado, ni mas, ni menos. Partiendo de la base que hay días , momentos , incluso horas que soy mas feliz que otros.
Para poder volar se necesita un pensamiento feliz, y polvo de hadas , dijo Peter Pan… y no porque quiera salir volando de mi vida…(aunque hay veces que me gustaria)… me puse a recordar aquellos momentos que me trajeron felicidad.

Por supuesto el más importante fue cuando nació April, no solo porque me comí 18 horas de parto sin drogas y ya no daba mas porque saliera, sino porque mi vida seria muy incompleta si no la tuviera.

Tratando de ejercitar mi memoria (como cuesta), descubri que cuando mis viejos me compraban zapatillas nuevas, era completamente FELIZ.

Ir a comprar zapatillas era súper importante para mi. No había mucho para elegir, tenias Adidas, Topper o Flecha. Generalmente las zapatillas que me compraban eran las Topper blancas (las que estaban de moda en ese entonces). Si por esa casualidad no tenían mi número y tenia que esperar a “que llegaran”, que angustia me agarraba.
Si tenia suerte, me las “llevaba puestas”. Esa noche, ponía mis zapatillas nuevas arriba de la cama, y durante la noche, sacaba un brazo,( solo uno, porque generalmente hacia un frío de cagar y aparte con todas las frazadas que mama nos ponía apenas te podías mover) y tanteaba para ver si seguían ahí. No se, quizás en mi imaginación pensaría que el ratón Pérez también coleccionaba zapatillas…que se yo. Por supuesto antes de acostarme había que rezar mucho para que no lloviera, porque si llovía, cagabas, la vieja ni loca me dejaba usarlas, para eso teníamos las botas de lluvia Pampero. Y no se si se acuerdan, pero si corrias con esas botas, te pegabas unas patinadas...

Porque las zapatillas eran tan importantes para mi? Si bien esto podría ser años de terapia, analicemos… Puede ser quizás porque las zapatillas me permitían jugar mejor al poli-ladron, me hacían saltar mejor al elástico , me daban mas equilibrio cuando jugaba a la rayuela o me daban mas agarre cuando daba vueltas al fideo fino. Mas de una a quedado estampada contra la pared por culpa del fideo fino…
Debo admitir que si bien comparto muchas de las ideologías de Mafalda, hay dos que no comparto para nada, una es que “amaba la sopa” y otra que“amaba la escuela”.

Ir a la escuela para mi era lo mas, y los recreos… placer de dioses.
Las veces que he llegado a casa con el delantal en dos partes, porque algún boludo tratando de agarrarte cuando jugábamos al poli- ladron, lo hacían de la costura y zas! Ahí mismo sabias que esa tarde penitencia sin tele. Y como dice el dicho"amor sin beso es como una pizza sin queso" yo le agregaria"merienda sin el Capitan Piluso, es como un vibrador sin uso" (perdon, no se ocurrio otra rima)
Me acuerdo cuando estaba en quinto grado, que mama cansada que siempre me ensuciara me compro un equipo de gimnasia marrón y como no era poco, las zapatillas Adidas también eran todas marrón Que cosa mas fea…Parecía un sorete andando…Lo peor fue que una vez rotas las rodillas, yo pensé que me había librado del horrible atuendo, y no!, mi vieja ni lenta ni perezosa le puso esas rodilleras de cuero espantoso, y me lo tuve que bancar por unos años mas.

Un año apareció una nueva compañera. Una rubia de pelo largo, ojos celeste, llena de pequitas, que hacia suspirar a todos los nenes de la escuela. No solo era linda, sino que aparte corría como una liebre. Por eso, y porque tenia los dientes de arriba grandes y salidos, la llamábamos “la conejo”. Como corría esa condenada…
Todos la queríamos en nuestro equipo, así que cuando hacíamos “pan y queso”, siempre la pedíamos a ella. La verdad es que el grado estaba dividido en dos, los varones y el grupo de las reas (nosotras), y por otro lado las nenas femeninas. La verdad es que teníamos un buen grupo. Primero estaba Bettina Fulco (si la tenista) que cualquier cosa que jugara o hiciera lo hacia bien, era la goleadora del equipo. Le seguía la conejo, que también jugaba de delantera, ya que no había quien le ganara corriendo. Después estaba Piti, que era central ya que gambeteaba bien. Una vez se torció el pie, y yo haciéndome la sabihonda, se lo agarre y zarandeé por todos lados. Le debe haber dolido bastante, porque es el dia de hoy que me lo hecha en cara. Eugenia D’ambra, que si bien era medio tímida, era buena defensora, si alguien se le escapaba, le iba directo a la pantorrilla, y lo bajaba de un puntapié. También estaba Mercedes, Maria, Maria José y por ultimo Silvina, que era la más patadura. También era las mas alta, y supongo que eso la hacia mas incordinada. Y por supuesto yo, que como jugaba al voley, no le tenía miedo a la pelota, así que iba a parar al arco.

Nos llevábamos muy bien con los varones, así que siempre nos llamaban para jugar picaditos con ellos. Por el barrio de nuestra escuela había unos cuantos buenos potreros.

Nuestro grado había puesto de moda que los cumpleaños sean mixtos, al mediodía, al aire libre, en algún club, campo, quinta, o en mi caso, en mi casa en el bosque.
Que bien la pasábamos…eran los mejores cumpleaños. Y nuestros padres no tenían que andar pagando un payaso, mago, inflables, y todas esas cosas que hacemos por nuestros hijos ahora. Nosotros no necesitábamos mucho para ser felices, para pasarla bien, lo único que necesitábamos era una pelota numero cinco , y unas “ buenas zapatillas”.

Las fotos :la primera: quinto grado, debajo del delantal mi equipo color caca.
La segunda:los varones
la tercera :Quinto grado : en la linea de enfrente, todas las que tienen zapatillas, somos las reas...La de la izquierda es "la conejo". A la izq. mia Maria Jose, a la derecha Piti y despues Eugenia.Tercera fila a la izquierda, Bettina, Mercedes y Silvina. Las finolis son todas las que tienen zapatitos en la file de adelante.
La ultima: primer grado... todavia inocentes usando vestiditos...Mercedes, yo, Eugenia, Piti , y Maria Jose.(estas ultimas en pantalones...ya perfilaban varoneras)

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